RETORNO DE LAS LAGUNAS
Culminado el rito, se procede a
desayunar comida sin ningún tipo de condimentos, actitud que debe mantenerse
por uno o dos días seguidos. El baño con agua diferente, debe hacerse en igual
tiempo con la finalidad de evitar se salga el efecto de los florecimientos.
El retorno es más fácil que la
"subida". Hasta los lugares que he mencionado, el viaje se realiza en
unidades móviles motorizadas. Para las lagunas se utiliza mulas o caballos, los
cuales con muestra de destreza y pericia bordean los caminos más difíciles, que
es otro hecho envidiable. Los guías, si ascienden y descienden el difícil
camino, demostrando una admirable armonía con el medio ambiente en el cual
residen.
Se llega a las dos o tres de la tarde
nuevamente a la ciudad de Huancabamba, para proceder a retornar al lugar de
origen. Quienes hemos visitado este lugar podemos dar fe, que es una
experiencia inigualable. La armonía que existe entre la naturaleza y sus
gentes, el paisaje que se muestra lejano y cercano, con sus múltiples colores,
el amanecer andino, con el desplazar de sus nubes y el desvelamiento de un sol,
que aún en el día se esconde y aparece, causando una hermosa emoción.
Si usted desea visitar las Huaringas,
concurra pero vaya con fe y respeto a las costumbres y tradiciones que se
guardan celosamente a través de los siglos. Es la mejor garantía de hacer
placentera su experiencia de viajero. Tome fotos, muchas fotos, pero lleve una
cámara fotográfica adecuada, si es profesional bien, si es digital mejor, pero
no se pierda esta magnífica oportunidad de retratar esos espacios naturales que
parece ser que no existen, pero que cruzando la cordillera piurana están allí,
para recordarnos que el edén es terrenal.
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